Los recuerdos de la infancia

Fiestas navideñas La Asociación de Belenistas inaugura su exposición y el Ayuntamiento logroñés su portal monumental en un día protagonizado por los actos en honor a la Virgen de la Esperanza


El día amaneció soleado ayer para homenajear a la Virgen de la Esperanza en Logroño y una buena elección para disfrutar de la mañana podía ser visitar el símbolo más significativo de la Navidad, los belenes. Para llevar a cabo este periplo, había en el día de ayer dos buenas opciones. La primera, la muestra de la asociación de belenistas de La Rioja, que en la sala de exposiciones de la Escuela Superior de Diseño cuenta, hasta el 6 de enero, con una cuidada exposición compuesta por 12 dioramas, un enorme belén popular basado en la villa de Ezcaray y sus alrededores y otro elaborado con todo el cariño por los integrantes de Asprodema, que este año celebra su 25 aniversario. A esta cita acudieron el año pasado más de 40.000 personas y, a primera hora de ayer, lo visitaban el presidente regional, Pedro Sanz, el alcalde logroñés, Tomás Santos, los vendimiadores, Álvaro Barbadillo y Vanesa Jalón, y numerosas autoridades del Gobierno riojano y del Consistorio de la capital riojana. La segunda posibilidad se encontraba en plena plaza del Ayuntamiento logroñés, donde ayer abría sus puertas el belén monumental basado en edificios y entornos de Logroño y otros municipios riojanos, como el castillo de Clavijo, las iglesias de Santa María de Palacio y San Bartolomé o la ermita de San Esteban de Viguera. Una ruta que también recorrieron ayer, además del alcalde, Tomás Santos -que aseguró que desde niño, en su casa y en el bar que regentaban sus padres, «siempre se ha montado el belén con toda la ilusión»-, Ángel Varea, Francisco Martínez Aldama, Cuca Gamarra y otros representantes del Consistorio logroñés.
Además, el día de la Virgen de la Esperanza contaba ayer con otros actos, como la llamada a Concejo en el Ayuntamiento de Logroño con la posterior procesión hasta la iglesia de Santiago, la misa en honor a la patrona logroñesa y el encendido del abeto situado en la rotonda de Gran Vía con Vara de Rey, que supuso el encendido oficial del alumbrado navideño.


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